jueves, 24 de enero de 2013


A vos, que no me leerás

Aquí tanta perra vieja, tanta peste de limón gangrenado
anoche te soñé y tu cara era un espejo
con mi cara y espuma en la nariz
ya sé no me digas tenés razón
esta curda de los ojos en el vaso temblando como lunas lejanas
es lo poco que tengo y también lo que me falta
y vos allá tan afuera cerca de la noche
dibujando gatitos en los papeles que no te di y perdiste
a propósito porque te gusta perder y luego encontrar
estás tachando los poemas que rezuman tu nombre
gritos estúpidos sangre derramada en la sopa
en el vino que se quiebra
mirá acá están tus ojos
en este pedacito tu boca lenta
acá tu voz como una enredadera
trepándome el pecho sacudiéndome el pecho
todo tu nombre es espada
que me tajea la boca
filo a filo diente a diente
todo tu nombre reticencia
lejanía
inconstancia puro olvido disfrazado de payaso
 y yo acá tan Gato Barbieri sin saxofón
tan Fito Páez sin piano
desafinando (te reías cuando desafinaba Fito, te acordás) mis manos
y esta síncopa en los versos
este esquivar el molde que me impone el mundo
la lluvia que prefiero no ver
el fango en mis zapatos
y  baby en el disco compacto
ah este poema que me repite y me niega
y se deshace entre el humo del cigarrillo
que quiero fumar y agría mi boca

No hay comentarios:

Publicar un comentario